Millones de británicos se vieron sorprendidos este fin de semana por un extraño olor, tan desagradable como difícil de definir como de averiguar su procedencia. Según la dirección del viento, podría tratarse del continente europeo.
Algunos ciudadanos hablaban de un olor a pocilga, otros creían percibir un olor a estiércol, a aguas fétidas o a algas podridas y había quienes lo atribuían a la